Política, debate y fiesta feminista: qué dejó el 34 Encuentro en La Plata
Por ovación, cerca de 10 mil mujeres y disidencias sexuales eligieron en el Estadio Único a San Luis como próxima sede. Será la primera vez que esa provincia reciba un Encuentro. Después de tres jornadas con más de 200 mil asistentes, la demanda del cambio de nombre a Plurinacional y de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y personas No Binarias se materializó en otra ovación, que el sector político a cargo de la Comisión Organizadora se negó a escuchar.
Por Florencia Tróccoli y Mariana Sidoti
“Plurinacional y con las disidencias” fue el reclamo más oído del Encuentro Feminista en La Plata. Este lunes, después de una larga espera en las puertas del playón del Estadio Único, alrededor de 10 mil mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y personas no binarias volvieron a manifestarse por la formalización del cambio de nombre del Encuentro. Pero el sector político a cargo de la Comisión Organizadora (CO), liderado por el Partido Comunista Revolucionario (PCR), hizo oídos sordos y pateó el debate para la próxima sede de la Cumbre feminista: el desafío quedará para San Luis, en el 2020.
¿Qué dejó el Encuentro? Tres días de debates y construcción política, con el broche de oro de la marcha más grande de la historia de los Encuentros, y también la más multitudinaria que se haya registrado en la capital bonaerense. Más de 200 mil asistentes, cientos y cientos de feriantes y comercios que tuvieron la oportunidad de paliar los efectos de la crisis económica, intervenciones culturales, fiestas populares y algo fundamental: más organización feminista de cara a los años que vendrán. En los sindicatos, en los barrios, en las comunidades originarias, en las escuelas, en las fábricas, en los centros de estudiantes, en las organizaciones políticas, en las parejas, en las familias, en las crianzas.
LA AUTOGESTIÓN, PROTAGONISTA DEL 34° ENCUENTRO
Entre le viernes a la tarde y la mañana del sábado, antes del inicio del evento, llovieron 280 milímetros: fue la lluvia más importante después del trágico 2 de abril de 2013. Bajo una cortina de agua empezó a llegar la caravana de micros y a distribuirse las delegaciones en las escuelas asignadas. Hubo irregularidades; comitivas durmiendo a la intemperie por los anegamientos mientras que la CO no daba respuestas ni atención a los pedidos. Finalmente, a través de una conferencia de prensa, responsabilizaron al Gobierno de María Eugenia Vidal y le exigieron soluciones.
Esa misma noche, cientos de policías mujeres que viajaron de toda la provincia de Buenos Aires a cumplir con sus tareas durante el 34° Encuentro Feminista pasaron horas durmiendo sobre cartones, abrazadas para no pasar frío, sin baño, sin agua caliente ni resguardo de la lluvia. Quien intervino en este conflicto fue no fue el ministro de Seguridad Cristian Ritondo, sino el Arzobispo Víctor “Tucho” Fernández, quien a través de sus redes sociales confirmó que estaba dando alojamiento en escuelas y parroquias a las agentes. Y agradeció la ayuda que pudiesen brindar otros/as platenses.
Hacia la mañana el clima no mejoraba y por el riesgo eléctrico, a minutos del horario del acto de apertura, los Bomberos no habilitaron el playón del Estadio Único para celebrar el inicio de la Cumbre feminista. Sin embargo la campaña Somos Plurinacional, que desde el año pasado venía exigiendo el reconocimiento de los pueblos originarios y las disidencias sexuales en el nombre del Encuentro, marchó igual. “Hemos estado año a año sin ser nombradas y eso implica no sentirse parte, no sentirse invitada”, manifestó la activista travesti Marlene Wayar durante la manifestación.
Para la tarde, cuando arrancaron los talleres, las condiciones climáticas habían mejorado y el Encuentro empezó a latir con fuerza en la ciudad. Con bolsas de supermercado en los pies para protegerse de las famosas baldosas flojas platenses, miles de encuentreras peregrinaron por las diagonales en busca de las distintas facultades. Hubo demoras, aulas identificadas con cartel y número de taller pero cerradas, y comisiones que por la falta de espacio físico decidieron autogestionarse y hacer los intercambios en el pasto mojado, en las escaleras, en los pasillos. La experiencia, como en todos los Encuentros, fue transformadora.
De manera solidaria, las unidades académicas cobijaron a las cientos feriantes que tenían previsto participar de la Peatonal Feminista sobre calle 7. Esa misma tarde se realizó la marcha del Encontrolazo, organizada por la disidencia sexual y las trabajadoras sexuales nucleadas en AMMAR. Aunque fue cancelado el festival por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una de las demandas claves que atravesó el Encuentro, se hizo un pañuelazo en la mítica esquina de 7 y 50 en la que usualmente los hinchas celebran los campeonatos de los equipos de fútbol masculino.
Ni bien terminó el agite de los pañuelos verdes comenzó la marcha plurinacional “Basta contra los travesticidios y transfemicidios”, desde 1 y 58 hasta la Gobernación, que pasó por la Fiscalía platense y protestó contra la complicidad social en los ataques y crímenes de odio. “¡Señor, señora, no sea indiferente: que matan a travestis en la cara de la gente!”, fue el grito que colmó la movilización, que se extendió por más de 15 cuadras. A pesar de haber sido la segunda marcha oficial contra este tipo de crímenes -la primera se dio en Trelew el año pasado-, sigue sin quedar clara la postura de la CO y el PCR, que aun con ese reclamo en las calles continúa negada al cambio de nombre valiéndose de constantes actitudes transfóbicas y biologicistas.
EL ESPACIO PÚBLICO, TERRITORIO DE DISPUTA
Caravanas de bicis y motos. Acampes en las plazas. Mujeres, lesbianas y travestis en tetas, desabridas, sueltas por las calles, como nunca antes. O mejor: como solo puede suceder en un Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries. Lugares y espacios que históricamente -y actualmente- son ocupados por varones fueron resignificados y rehabitados. Quienes fueron parte de este evento alguna vez lo saben: se puede caminar sin miedo, sin inseguridad, aunque esa sensación abonada por la energía encuentrera no tenga un correlato con la realidad.
El domingo, Plaza San Martín fue el corazón de todas las actividades. Ese punto neurálgico ubicado frente a la Gobernación y la Legislatura bonaerense recibía a quienes recién llegaban a participar del Encuentro, artesanas, emprendedoras, cocineras y artistas. A media mañana ya se habían levantado cientos de gazebos, mantas y también un escenario en la Glorieta para la Asamblea Feminista del Abya Yala (“América”). A pocos metros también se hizo el taller sobre Fútbol y Feminismos; cerca del mediodía se hizo una pausa y empezaron los picaditos en una cancha. Las pibas tiraron caños, tacos e hicieron jueguitos: demostraron que “el fútbol va ser de todxs o no va a ser”.
De modo simultáneo, mujeres y disidencias sexuales del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) realizaron un tetazo anticlerical en la puerta de la Catedral, que ya estaba vallada y repleta de policías. Horas más tarde se hicieron las conclusiones de los más de mil talleres que se desarrollaron durante el Encuentro. Muchos aparecían en la grilla oficial por primera vez, luego de años de lucha y autogestión: Intersex, No Binaries, Adolescencias y Juventudes, Ciberfeminismo e Inclusión Digital, Discapacidad / Diversidad funcional, Lenguaje Inclusivo, entre otros. Una gran cantidad de ellos se pronunció a favor de la plurinacionalidad y la inclusión de las disidencias sexuales.
El desborde también marcó la masiva movilización, que comenzó antes de lo previsto. Convocada para las 18.30 en 1 y 60, los partidos de izquierda coparon diagonal 79 impidiendo que la CO se instale en la cabecera, como lo hace históricamente. Recién se estaban calentando motores cuando comenzaron a llegar más columnas de manifestantes desde 7 y 54. Entre ellas estaba la Coordinadora de Fútbol Feminista, quienes de un momento a otro dieron media vuelta y empezaron a hacer el recorrido establecido por la CO. A toda velocidad y con agite de cancha, las filas de hinchas de todos los clubes pasaron por la Gobernación y recién frenaron en 7 y 50, donde todavía estaba la Peatonal Feminista.
Fragmentada, por momentos taponada y con espacios vacíos, casi sin pasar por instituciones del Poder Ejecutivo o Judicial, la marcha avanzó por 7 hasta plaza Italia. Allí el MST anunció que iría a la Catedral, y no fueron las únicas. También las siguieron Defensorías de Géneros, Resistencia Las Guerreras e Izquierda Socialista, y un grupo de activistas anarquistas o “sueltas”, sin filiación partidaria, que encabezaron un breve enfrentamiento con la policía. Hubo botellazos, piedras y bombas molotov; la Policía y Bomberos contestaron con gases lacrimógenos y chorros de agua para dispersar los dos o tres focos de fuego que se habían iniciado en la plaza. No hubo daños a la propiedad privada ni tampoco heridas o heridos. “Una de las policías que estaba detrás de las vallas se acercó y me dijo: ‘Me quiero matar. Soy lesbiana y poliamorosa, nada que ver, no querría estar de este lado’”, contó anonadada a 0221.com.ar una de las protagonistas del episodio frente al templo religioso.
Del otro lado de la ciudad, continuaba la marcha “oficial”. La presencia policial era nula y contrastaba con el fuerte operativo que se desarrollaba en 14 y 51 y que terminó con 7 personas detenidas en la Comisaría Primera. El frío y el viento se sintieron más en el Estadio Único, por donde aparecieron de a poco las filas de participantes. Mientras se transmitía prácticamente en cadena nacional el primer debate presidencial entre los seis candidatos varones, arribó la multitud más grande de la historia del feminismo argentino a 25 y 32. Con bengalas de colores y tres tiros, le pusieron fiesta a la entrada al playón donde minutos más tarde empezaría la Peña. Antes hubo tiempo para cantar el himno argentino y también para tomar algo, seguir sacándose fotos o abrazarse, reencontrarse. “¡Qué momento! ¡Qué momento! ¡A pesar de todo, les hicimos el Encuentro!”, sonó como una respuesta al poder patriarcal y fue el cántico que unificó a todos los partidos y organizaciones políticas durante la multitudinaria marcha final, que rompió los récords encuentreros.
Para este lunes, todas las expectativas estaban puestas en el cambio de nombre. El acto estaba convocado para las 9 pero las puertas se abrieron hora y media más tarde. Según denunciaron desde la campaña Somos Plurinacional, “el ingreso se realizó en las peores condiciones: avalanchas, empujones, golpes y corridas para ocupar el primer lugar en la cabecera”. El acto arrancó con la censura y el silenciamiento de los reclamos que exigían que se abra el debate sobre la cuestión identitaria. Les subieron la música para que no se les escuche -luego también les apagaron las cámaras que seguían la transmisión- y se pasó directamente a la propuesta de votación de la nueva sede: las opciones eran Santiago del Estero, San Luis y CABA. Ya habían empezado los aplausos cuando se agregó la alternativa de Tucumán, pero por ovación miles de personas resolvieron que sea la provincia puntana la próxima en recibir un Encuentro. Será la primera vez que lo haga en 34 años de historia.
Pese a que durante las reuniones Plenarias de la Comisión Organizadora -que se mantuvieron desde noviembre de 2018 hasta meses antes de la realización del Encuentro- el PCR y los partidos aliados habían garantizado la votación o elección por ovación del cambio de nombre en la Apertura, luego en los talleres y finalmente en el cierre, esto no se dio: ignorando los gritos y pedidos de quienes reclamaban la oportunidad de dar el debate por una Cumbre de feminismos más inclusiva, la CO subió la música como estrategia para desactivar la demanda. E hizo subir al escenario a quienes integrarán la nueva Comisión Organizadora en San Luis.
Pero en un momento histórico, integrantes de la campaña Somos Plurinacional lograron tomar el micrófono y nombrar al Encuentro como lo que ya es desde hace muchos años: plurinacional y de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y personas no binarias. “Tenemos que aprender a escucharnos, a respetarnos en la diferencia. No podemos callar nuestras voces. El enemigo no está acá, el enemigo es el patriarcado, lo tenemos que derribar. No podemos nosotras enfrentarnos porque eso es lo que quiere el patriarcado. Celebramos este Encuentro que ya es Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y género No Binario. Y en San Luis estaremos defendiendo todas y todxs este espacio”, aseguraron Claudia Vásquez Haro y Zulema Enríquez.
El mismo pronunciamiento se dio en gran parte de los talleres, cuyas conclusiones, leídas hacia el mediodía y con el playón prácticamente vacío, marcaron el final del 34 Encuentro. Sin embargo la CO tampoco quiso escuchar esas definiciones. Por eso después de La Plata, territorio Querandí, será San Luis, cuna de los comechingones, huarpes y ranqueles, tierra de Virginia Bolten y de la primera huelga de trabajadoras, la sede que tomará la posta para pronunciarse por el cambio de identidad y la visibilización de todas estas luchas.
Por la legalización del aborto, la declaración de la Emergencia en Violencia de Género, el cumplimiento del Cupo laboral trans, la implementación efectiva de la Educación Sexual Integral y de las leyes Brisa y Micaela y contra la precarización de todas las feminidades, los feminismos de todo el territorio nacional -y de los 36 pueblos originarios- marcaron la cancha a dos semanas de las elecciones presidenciales. Será la misión de San Luis continuar con este legado revolucionario del movimiento político más transversal de la historia.
Publicada originalmente en 0221.com.ar, el 14 de octubre de 2019, en coautoría con Florencia Tróccoli. Es el fin de una cobertura con más de 50 notas sobre el 34° Encuentro Plurinacional de Mujeres cis, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binarixs. Fotos: AGLP.